lunes, 19 de marzo de 2012

That keeps me alive

-Y a ti... ¿Por qué te gusta tanto escribir?
- ¿A mi? Porque tengo miles de historias en mi cabeza que me piden a gritos ver la luz. Por que necesito contar algo y me tiembla la voz, porque así no tengo miedo. Porque me mantiene viva. 

Ya casi no recordaba porque sigo aquí. Llevaba tanto tiempo alejada de lo que realmente soy que creí que me había perdido entre nubes de humo y lágrimas camufladas bajo gotas de lluvia. Pero ahora lo se, se para lo que estoy aquí y se que es lo que tengo que hacer. 
Tengo sueños que necesitan ser cumplidos, una imaginación caprichosa que juega con migo mostrándome lo inimaginable, y padezco un poco de locura, de esa de la que solo los locos poetas y artistas enamorados disponen. Tengo un boli y un papel y no necesito nada más







miércoles, 14 de marzo de 2012

Saint Jimmy (II) "the shame, the ones who die without a name"

Oh la ciudad... La gran  e insaciable Ciudad de las luces parpadeante y las voces inextinguibles de cristal acompañados por ese leve olor a combustible quemado lentamente y recubierta por esa leve y fina brisa formando un manto casi perfecto. oh la ciudad... llena de personas apresuradas, elegantes, aparentemente felices, con sonrisas dibujadas en sus rostros que podrían iluminar el cielo nocturno haciendo que las estrellas fueran solo pequeñas sombras circunstanciales.
.....
No se por qué al principio no lo vi. Tal vez me dejé encandilar por ese paraíso lleno de de luces sin fijarme en las sombras, por las dulces voces que prometían alegría al gritar y predicar ese himno de fe y felicidad incondicional. Tal vez fue eso, pero, como siempre, las cosas nunca resultan ser lo que parecen y tardardamos demasiado en darnos cuenta.
Las luces se acaban apagando y las voces de cristal siempre acaban quebrándose.
La aparente felicidad de las personas resultó ser solo eso, aparente porque en realidad no se sienten felices, sino oprimidos. oprimidos por los líderes que ellos mismos han elegido y que ahora son ellos los que tienen el derecho de elegir sobre su vida y su muerte, los que tienen el poder de apretar la soga que les rodea el cuello y no dejarles respirar.
Ellos no se sienten libres, y la gente comete el error de creer que si lo son al verles, pero no es así aunque lo parezca. Intentas engañarse a sí mismos para engañar también a los demás para sentirse mejor y no caer en ese lugar de sombras que la luz deja siempre al alumbrar. Y ellos lo intentan, y se convencen y se obsesionan con la idea de que si lo son, nunca llegan a darse cuenta de que esa idea no va a cambiar la realidad, que creerse libres nunca les hará serlo. En el fondo lo saben, saben que no son libres, saben que todos están presos a algo, o alguien,   pero sobretodo son perfectamente conscientes de que son presos de la sociedad, una sociedad que espera demasiado de ellos que decide por ellos y establece su papel en la vida, les exige cambiar para que todo vaya según su plan, y saben que no pueden hacer nada, que no pueden huir de el porque están condenados a seguirlo.
Siguen el absurdo lema establecido por sus líderes esos lemas que gritan sin palabras " lo diferente significa peligroso, eliminadle" y "Matar a aquellos que no estén de acuerdo y no respeten las decisiones de su líder"
Ellos no hacen nada, se limitan a continuar con su rutina de mañanas de trabajo tardes de terapia de autocontrol y autorepresión y paseos al anochecer cuando aún las estrellas no brillan. Cada día ven las bombas caer en el cielo, cada día ven morir a gente, ven las manipulaciones de su líder y  no hacen nada, les da demasiado miedo, miedo a perderlo todo, a dejar de ver una víctima del sistema en el periódico y pasar a ser ella.
Solo es necesario fijarse bien para darse cuenta, de que la ciudad está llena de hipócritas cobardes, gente que habla pero no cuenta nada, de gente que ama pero no siente, que creen ser libres y no lo son,  que se convencen de que todo va bien pero saben que no es así y el mayor problema es que está llena de gente que oye pero no escucha, que ve pero no observa y que sonríe pero no es feliz.
No Quiero creer que no se dan cuenta, no quiero pensar que les gusta su vida de hipocresía de himnos de guerra y represión, de que se conforman con que el sol salga por la mañana aunque la luna y las estrellas no brillen por la noche, que vean a gente morir y les da igual, que no quieren soñar con algo diferente. No quiero creer que es así. Yo lo se, se que ellos lo saben que se dan cuenta de que están condenados y se que saben que pueden hacer algo y se que en el momento en el que estén preparados para hacerlo, cuando llegue ese momento, ellos lo harán. Lo harán para que este no sea el amanecer del resto de nuestras vidas.